Que la saga fantástica Las Crónicas de Narnia del inglés C. S. Lewis bebe en gran medida de la simbología cristiana es algo que sabe todo aquél que se haya interesado un poco por la materia. Sin embargo los investigadores estaban convencidos de la existencia de un ‘tercer nivel’ simbólico que daría coherencia a toda la obra. Ahora un documental de la BBC lo atribuye a la influencia de la cosmología medieval sobre el autor.
Según el doctor Michael Ward, autor de la obra crítica Planet Narnia, Lewis estaba fascinado con la concepción medieval de los cielos, que los consideraban vibrantes de vida antropomorfa, danza, ceremonia, un festival en lugar de una máquina. Cada uno de los libros sobre Narnia estaría dedicado a uno de las esferas celestes, para enfatizar doblemente el universo con Dios al centro que creó en Narnia.
El León, la Bruja y el Armario estaría así dedicado a Júpiter, astro ‘rey de los siete cielos’. Júpiter estaba relacionado con la victoria de la primavera sobre el verano y Lewis no era ajeno a la simbología moral asociada al rito. En 1935 escribió un poema llamado Los Planetas en el que atribuía a Júpiter el paso del invierno y el perdón de la culpa.
El Príncipe Caspian trataría del astro guerrero Marte, de ahí que relate una guerra civil. La aparación de ‘silvanos’ y la imaginería sobre árboles vendría de la asociación de Marte con los bosques. La Travesía del Viajero Del Alba sería un libro sobre el Sol, como evidencia el rayo sobre el que viaja Aslan hacia el lugar del sol naciente y por el agua mágica que transforma en oro, metal solar.
Seguidamente La Silla de Plata sería el libro dedicado a la Luna, siendo la plata la materia selenita; El Caballo y el Muchacho pertenecería a Mercurio, astro de los pies ligeros; El Sobrino del Mago correspondería a Venus; y finalmente para Saturno, ominoso dios de los infiernos y la destrucción, iría La Última Batalla.
Según Ward, la razón por las que Lewis mantuvo en secreto su código fue la de apelar inconscientemente a la emotividad del lector.
Él quiso comunicarse con las imaginaciones de sus lectores… anunciar desde el principio que esa era su intención hubiera supuesto frustrar exactamente aquello que quería conseguir.
Según el doctor Michael Ward, autor de la obra crítica Planet Narnia, Lewis estaba fascinado con la concepción medieval de los cielos, que los consideraban vibrantes de vida antropomorfa, danza, ceremonia, un festival en lugar de una máquina. Cada uno de los libros sobre Narnia estaría dedicado a uno de las esferas celestes, para enfatizar doblemente el universo con Dios al centro que creó en Narnia.
El León, la Bruja y el Armario estaría así dedicado a Júpiter, astro ‘rey de los siete cielos’. Júpiter estaba relacionado con la victoria de la primavera sobre el verano y Lewis no era ajeno a la simbología moral asociada al rito. En 1935 escribió un poema llamado Los Planetas en el que atribuía a Júpiter el paso del invierno y el perdón de la culpa.
El Príncipe Caspian trataría del astro guerrero Marte, de ahí que relate una guerra civil. La aparación de ‘silvanos’ y la imaginería sobre árboles vendría de la asociación de Marte con los bosques. La Travesía del Viajero Del Alba sería un libro sobre el Sol, como evidencia el rayo sobre el que viaja Aslan hacia el lugar del sol naciente y por el agua mágica que transforma en oro, metal solar.
Seguidamente La Silla de Plata sería el libro dedicado a la Luna, siendo la plata la materia selenita; El Caballo y el Muchacho pertenecería a Mercurio, astro de los pies ligeros; El Sobrino del Mago correspondería a Venus; y finalmente para Saturno, ominoso dios de los infiernos y la destrucción, iría La Última Batalla.
Según Ward, la razón por las que Lewis mantuvo en secreto su código fue la de apelar inconscientemente a la emotividad del lector.
Él quiso comunicarse con las imaginaciones de sus lectores… anunciar desde el principio que esa era su intención hubiera supuesto frustrar exactamente aquello que quería conseguir.
Yo sabia que a Lewis le interesaba mucho lo medieval por varios comentarrios relacionados con Tolkien.
ResponderEliminarAunque no me gusto lo que lei de Narnia, es bueno saber que tras sus paginas se esconden otro tipo de secretos que difieren de lo argumental.
Un saludo.
Nay