El amor no tiene por qué tener sentido, es algo del todo ilógico.
Hadley tiene que tomar un vuelo hacia un lugar donde no quiere ir, a una boda en la que no desea estar presenta. Llega tarde 4 minutos y tiene que esperar para poder tomar el vuelo que no desea tomar, durante la espera conoce a Oliver. ¿Cuál es la probabilidad estadística de que los 4 minutos tarde que hicieron que perdiera el vuelo cambien su vida?
¿Cuál es la probabilidad de que luego de esta reseña corras a leer este libro? (Respuesta al final)
La historia que nos presenta Jennifer E. Smith es sencilla y básica. Una historia del amor más antiguo y lleno de clichés de la historia del amor: el amor a primera vista. La gran mayoría de los libros para jóvenes adultos de una u otra forma presentan este mismo tópico y lo han ido moldeando hasta darle incluso formas absurdas pero en esta historia en particular hablamos del sencillo amor a primera vista, ese donde vez a esa persona y de inmediato reparas en sus ojos, sus labios o su forma de hablar y caes rendida a sus pies, Pero, ¿realmente el amor a primera vista lo reconocemos tan rápido o sucede sin darnos cuenta y poco a poco se van revelando delante de nuestros ojos sentimientos de los que no éramos consientes que existían? Personalmente pienso que para cada uno el amor, ya sea a primera vista o a segunda, es distinto y para Hadley y Oliver también lo será pues más allá de esa primera impresión logran darse cuenta de que todas las probabilidades de amor se unieron en el momento indicado pero en ellos otras cosas más profundas los unían.
-Dos personas que se conocen en un aeropuerto tienen un setenta y dos por ciento más de probabilidades de enamorarse que dos personas que se conozcan en cualquier otro sitio.
Este libro se convirtió en una grata sorpresa. Por un lado, a pesar de ser una novela de romance, la forma en que se desarrolla la historia de Hadley y su padre es exquisita, la forma en la que la autora desarrolló la personalidad y fortaleza de esta parte de la trama me estremeció, pero sobre todo el contraste con la historia de Oliver y su padre nos deja un lección acerca de lo corta que puede ser la vida como para mantenernos alejados de quienes más amamos. La segunda sorpresa fue por supuesto las probabilidades de que una historia de amor a primera vista quedara tan bien desarrollada, escrita y divertida como lo hizo Jennifer. Al principio tenía mis dudas pero poco a poco los personajes fueron tomando un rumbo adecuado, hicieron que una historia que podría haber sido aburrida y predecible se convirtiera en algo totalmente fresco, para nada empalagoso ni exagerado, sino con el toque preciso de romance y toques de realidad que distinguen a esta hermosa historia.
– Cuando ya los has vivido – continúa –, cincuenta y dos años pueden parecer cincuenta y dos minutos. – Inclina la cabeza hacia atrás y se traga la pastilla –. Igual que, cuando eres joven y estás enamorado, un vuelo de siete horas puede equivaler a una vida entera.
Pienso que este libro tiene todo para que el lector pueda disfrutar de un rato agradable pero lo más importante es que con su sencillez nos hace reflexionar, lo cual personalmente considero muy importante en una obra. Que sin importar el género o la trama sea capaz de dejar en sus lectores una voz consejera que más allá de solo recordar lo lindo de la historia nos haga pensar en el mundo real, en aquellas cosas que saltan de las páginas hasta nuestra vida para ayudarnos a disfrutarla mejor, para mostrarnos las probabilidades estadísticas de ser felices si así queremos.
Un libro que no solo trata de amor, sino también de familia y del perdón. Uno de esos libros que te dejan una grata sensación en el alma.
Ahora, ¿cuál es la probabilidad estadística de que lean este libro? 100% si eres un Apasionado por los libros.
Tiene pinta de ser muy ameno, me lo apunto :)
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Un saludo