Aqui les traigo una extensa entrevista con la autora de los Best-Seller "Twilight Saga" donde habla sobre el cambio que ha dado su vida desde el BOOM de Edward y Bella.
Preferirá escribir a altas horas de la noche, mientras su familia duerme, pero para que conste hay mucho de Stephenie Meyer, autora de Crepúsculo, que grita “vampiro”. Sí, tiene cabello largo y oscuro, con amables ojos cafés, casualmente realzados esta tarde en su hogar de Arizona con un sweater de cashemir y jeans de Banana Republic.
Sólo le falta la arrogancia asociada con los vampiros. Su vibra es hogareña; se sienta en el sillón de su sala, una de sus piernas cruzada bajo ella, y comienza a hablar contigo como si llevara haciéndolo por años.
Está rodeada de juguetes de sus hijos, juegos y brújulas (su marido es un Cubmaster), así como su trabajo: su oficina está en el pasillo de enfrente. Hay fotos familiares y algunos cuadros de la costa de Washington, donde ella y su marido han llevado a sus tres hijos (edades seis, ocho y once) de vacaciones al area de Seattle donde, de vez en cuando, es verde.
“Es lindo mostrarles lugares donde las cosas están vivas”, dice.
Durante el día, ella va a un deli del centro de su ciudad a tomar el lunch con su marido (”Estoy obsesionada con la ensalada griega”, dice), pero generalmente sólo anda por ahí, haciendo diligenciasm recogiendo a sus hijos, relajándose, que en su caso es tomar llamadas sobre guiones, productores y entrevistas. Incluso un año en donde teóricamente se está tomando un descanso de promocionar Crepúsculo, la industria de dicho libro está creciendo enormemente. Ella toma capítulos y los lee en voz alta para sus hijos, de quienes cuida su marido si ella está de gira o si tiene alguna cita en Los Angeles. “Soy una hermitaña, honestamente”, dice. “Soy ese tipo de persona”. No es como si tuviera que regresar a su ataúd antes del amanecer; Meyer es hogareña. Le gusta dejar las cosas para más tarde, incluso. Nunca va al cine, y le toma un tiempo ver películas.“Compramos El caballero de la noche cuando salió, y sé que la veremos algún día” dice. Si Law and Order está en la tele, olvidará escribir.
“No me muevo hasta que termine”, dice. “Si hay maratón, se me fue el día”.
Aunque haya llevado el glamour a la vida de las jóvenes con su Romeo y Julieta, con lujuria por la sangre, el glamour que rodea su vida es definitivamente poco glamoroso, a menos que seas un chico, porque su patio trasero es el paraíso para cualquier aspirante a atleta.Adentro, la sala de juegos de los niños se utiliza para jugar, aunque Meyer pelée con sus hijos que no tengan que comprar el más reciente videojuego, indicándoles que sus cabezas no estallarán si no lo compran. “La idea de disfrutar algo que ya tienes ha sido perdida”, dice.
Para ella, la felicidad está en quedarse en su casa, or asistir al juego de las pequeñas ligas del colegio, o al concierto de rock de la escuela primaria. Ella piensa que esto es lo que el éxito de ser escritora le ha dado, un lujo que no necesita ser enlistado para los impuestos. “Lujo para mí es poder cuidar de mis hijos” dice.
Sí, asistirá a la premiere llena de estrellas de su propia película, acechando a los actores como otra adolescente, en lugar de la creadora gótica de este titán. Y sí, adora a sus fans, que en su mayoría son chicas, pero pensar en su propio éxito puede ponerla de nervios. Hace un año en el set de la película, hacia la cual el mismo estudio tenía modestas expectativas y que se convirtió en un fenómeno como todo lo que ha tocado Meyer desde que apareció hace cuatro años, vio a decenas de personas recreando al escena de la cafetería donde imaginó a su heroína Bella, y su posible pretendiente Edward Cullen, que lleva un siglo, más o menos, así como su familia de vampiros. “Me dí cuenta que todo esto sucedió porque escribí una hisotira” dice, “y me hizo enfermarme un poco”.Sólo cuando se despide de su marido e hijo y se mete en su Infiniti es que un lector de Crepúsculo se puede dar cuenta de que hay algo digo de edward en la autora de 35 años. Maneja como Danica Patrick en su día de descanso. “Me gusta manejar” dice Meyer.
Mientras sale del camino enlodado que sigue después de su vecindario en el desierto, su pie está en el acelerador como dientes en un cuello. Pone su iPod en el coche, con una canción de Muse, un grupo que es precisamente eso, su musa, para Meyer. No está rompiendo la ley, pero la ley debería de estar nerviosa. “Mi marido vendió nuestro mini couper” dice “me enojé tanto”.
En cuanto a escribir, ella está volando, navegando en un carril de alta velocidad en el cual pocos autores pueden entrar. Meyer ha vendido millones de copias (28 millones es el número exacto), lo cual hace parecer que cualquier librería parezca haber sido construida no por ladrillos y motero, si no copias del grueso de una guía telefónica de sus libros: Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer, el último de la saga, que vendió 1,3 millones de copias en el primer día d epublicación el verano pasado. Y mientras ella es una mamá que se queda en casa, en el mundo de la publicación Meyer es un super héroe, una autora que puede hacer a los editores sentirse un poco mejor acerca de la industria que repetidamente es descrita como estar en estado de zombie, apenas viva. “Te da mucha esperanza para el futuro de este negocio”, dice Megan Tingley, su editora en Little Brown (la verdadera esperanza es que sea la próxima J.K. Rowling, que ha vendido 400 millones de copias en todo el mundo).Y eso nisiquiera se compara con las películas de sus libros.
Los adolescentes estuvieron en fila por días para asegurar que la película llegara a los 70 millones de dólares en su primer fin de semana el pasado noviembre, despuésde haber sido hecha relativamente con poco dinero ($37 millones de dólares, comparado con El caballero de la noche, que costó cinco veces eso).
Luna Nueva está en producción. Y todo por un par de personajes, que literalmente, vinieron a Meyer en un sueño. “Es un poder incómodo”, dice. “No es como ajá! Ahora voy a dominar el mundo! Es como, en serio? estás seguro? Siempre estoy esperando que alguien me diga que estoy en la cámara escondida”.
Manejamos através de un pueblo que se llama Carefree (Sin Cuidado), un lugar hermoso con colinas llenas de rocas y bosques llenos de cactus. Meyer se estaciona e el estacionamento del Horny Toad, un salón del oeste, un poco avergonzada, ya que su marido no ha parado de hablar de sus hamburguesas a esta reportera. “Prueba la torpedo” él grita, Torpedo siendo una hamburguesa con infusiones de pimienta. “Creo que esto es lo que se imagina la gente cuando piensa en Arizona” dice Meyer. Pide su ensalada César y platica de su vida antes de Crepúsculo.
Nació con el nombre de Stephenie Morgan en Hartford, Connecticut, su padre siendo un hombre de finanzas a la que la nombraron después de él, Stephen. Cuando tenía 4 su familia, mormones, llegaron a Phoenix. Es la segunda de seis hijos, tres niñas y tres niños. Piensa en su familia como si fuera La Pandilla Brady, menos Alice, la sirvienta. Los vecinos tenían caballos en su casa suburbana de Arizona, su familia construía cabañas, caminos de bici, un campo para jugar paintball. “Era un terreno libre para todos” dice “Después mis hermanos metieron armas”.
Los libros eran para Meyer, lo mismo que los juguetes para sus hermanos. “Era la cerebrito”, dice. Una memoria de su infancia: su padre, en el pasillo entre los dormitorios, leyendo a sus hijos no libros para niños, sino, de acuerdo a su hija escritora “los libros que él quería leer”. Específicamente, libros de fantasía de Tolkien como La espada de Shannara, la épica de 1977 de Terry Brooks (que pronto será una película).
Su padre leía un poco antes de la hora de dormir.
“Al día siguiente me metía al clóset con su libro” recuerda “sintiñendome como si estuviera haciendo algo malo, leer antes de tiempo”. Su madre era más del siglo 19. “Ella tenía libros de Austen en la casa” dice Meyer “La razón por la que estoy obeseionada con el lado romántico de cualquier historia es por mi mamá. Siempre evalúo las historias desde el punto de vista de las relaciones”.
Ganó una beca nacional en la preparatoria y estudió Literatura en la univesidad en Brighman Young, donde ella disfrutaba escribir papeles sobre Shakespeare, pero se alejó de escribir creativamente, por miedo a las críticas. “No es como si me dijeran ‘No escribiste bien tu papel sobre Jane Austen’ es más como ‘ Qué te pasa en la cabeza?, estás loca’” En la universidad se casó con Pancho Meyer, a quien conoce desde lo 4 años.
Su verdadero nombre es Christiaan, pero le pusieron como sobrenombre Pancho, gracias a su abuela “Nisiquiera es una buena anécdota” Meyer se lamenta. Después de trabajar un tiempo como recepcionista en una oficina de bienes raíces, se quedó en el hogar tras el nacimiento de su primer hijo, desarrollando una fobia acerca de sus hijos y las piscinas. “Soy una madre neurótica” dice “mis hijos nadan desde los dos años. Hay muchos ahogamientos aquí. Es una de mis peores pesadillas”.Su fobia es la razón por la que recuerda el día que llevó a sus hijos a nadar. Se despertó con un sueño punzante en su cabeza.
Era un sueño de vampiros.
Nunca había soñado con ellos, ni había leído sobre ellos.
Hasta el día de hoy no tiene idea de por qué soñó con vampiros, no le gusta el horror, que es algo claro cuando la conoces, aunque siempre ha amado a los super heroes (es una chcia Batman). “Me encanta que tiene un lado oscuro, que no es perfecto. Que hace cosas que no son claramente legales o ilegales” dice. Y hay que admitir que un vampiro, especialmente uni de Twilight, que es apuesto, rápido, fuerte e inteligente es un superhéroes como Batman, sexy.
Con un poco de investigación, su pradera de ensueño se conviertió en el bosque de Forks, Washington, el lugar donde más llueve en Estados Unidos, y las dos personas fueron Isabella Swan, una chica que se mudó de Phoenix, y Edward Cullen, el vampiro. Le tomó tres meses escribir la historia en la madrugada, mientras su marido se preguntaba qué hacía en la computadora. Sólo compartió las hojas con su hermana “Y si era increíblemente estúpido?” dice ahora. Con el apoyo de su hermana mandó el manuscrito a una agencia, donde cayó en la pila de rechazados, donde un asistente lo encontró.
Se le envió a Tingley, presidente de Little, Brown Rock Books for Young Reader, quien veía una nueva moda en libros de terror para mujeres jóvenes. Después de leerlo en un avión a California, Tingley le ofreció un contrato para escribir tres libros. “No lo podía creer” Tingley dice. Con ese dinero Meyer esperaba sacar un coche, y terminó con $750,000 en pago avanzado. Para ella es su sueño continuar escribiendo para jóvenes. “Los libros son el mejor entertenimiento para los adolescentes de ahora” dice “Es un regalo maravilloso poder saber de alguien que me dice “ya leo”.
Una cosa que aprendes rápido tras pasar el día con ella, es que no escribe historias. Las describe. “He sido editor por 20 años, y nunca he conocido a un autor que hable de sus personajes como si fueran gente real”. Tingley dice.
“Siempre me había contado historias a mí misma y pensé que todo mundo lo hacía” dice Meyer. “En Jane Eyre, que es algo que he leído millones de veces, hay una escena donde ella muestra sus pinturas a Rochester. Y Rochester dice que capturó sólo un poco de lo que ha visto.
Solía pintar y gané algunos concursos de acuarela, pero nunca lograba hacer que las cosas se vieran exactamente como las veía en mi cabeza. Pero al escribir me di cuenta que pdía lograr que todo se viera exactamente como yo quería”.
Por eso es que Crepúsculo y sus secuelas no es un libro de terror, pero un historia de romance a la antigua. Hay vampiros, que son rápidos y excelentes para matar animales de bosque, que apacigua un poco su hmabre por sangre humana. Pero eso sólo es detrás del ecenario. Twilight sucede en un campo emocional, que para mucha gente pareció imaginario, pero muy real al mismo tiempo.Y el chico está completamente intoxicado con la chica. El cortejo es un éxtasis prologado, porque una vez consumado, su relación cambiará para siempre.
“La tensión sexual que ha logrado es increñible” dice la directora de la primera cinta “encuentras al amor de tu vida, una persona que amas y que te ama, pero que podría matarte”.
“Creo que el motivo por el que los libros son así es porque extraño esos días cuando eres de 13 años y miras a un chico, y el te mira, y podrías hablar sobre eso por semanas, porque te miró de forma extraña. Qué significa eso? Todo se analiza”.
Ella no es ninguna Gertrude Sein. “No soy una profesional aún, sigo siendo amateur. Hay una chica de 12 años que ya tiene en su mente 14 personajes diferentes, incluyendo que pasará si se casa, si no se casa, si se enamora de alguien y se va a París” dice. Su éxito literario podrá discutirse con que vive en una casa con puros varones “Vivo en una casa llena de testosterona” dice “Siempre hay deportes en la tele, no hay nada más que hockey y patines, y no hay nada de ese lado de mí que quede, y es lindo encontrar un nuevo lugar donde lo vuelvo a ver”.
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